Fragmentos selecionados (VO):
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En una tercera fase se han seleccionado varias unidades representativas por municipio, que han sido estudiados de una manera más profunda, para detectar las problemáticas concretas existentes en estos edificios. Las residencias históricas analizadas en esta fase han sido Darietazar e Itsuabekoa en Lezo; Berastegi y Legarralde en Zizurkil; y Salete en Ezkio-Itsaso. Con el objetivo de obtener indicadores para el protocolo de actuación, se han estudiado los siguientes aspectos
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– Datos básicos: Uso, rendimiento actual, estado de conservación, y accesibilidad, seguridad e iluminación de las vías rodadas y peatonales de acceso.
– Entorno: Pavimento, vegetación y aparcamientos actuales.
– Recinto solar: Cerramiento, añadidos y orografía.
– Instalaciones: Suministro de agua, iluminación, saneamiento y energía eléctrica.
– Fachadas: Fachada principal, viviendas, entrada, tratamiento y estado.
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De acuerdo al estudio, se puede determinar que el tipo de ámbito influye en el nivel de uso y conservación de las residencias históricas. En este respecto, dejando a un lado las edificaciones urbanas, las construcciones emplazadas en zonas periurbanas son por lo general las que presentan mejor estado de conservación. De igual modo, también se han detectado un número mayor de viviendas históricas con usos activos (principalmente residencial y, en menor medida, agropecuario) en la franja periurbana. No obstante, incluso dentro de la franja periurbana, existen viviendas históricas a las que la planificación municipal les ha dado la espalda, excluyéndolas de una posible incorporación al nuevo tejido urbano en expansión.
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Así pues, uno de los aspectos a tener en cuenta a la hora de elaborar el protocolo de actuación será el ámbito o ubicación de las edificaciones. Las viviendas históricas de la zona periurbana son las que presentan un mayor grado de viabilidad en este respecto: están en mejor estado, están mejor conectadas, se ubican cerca de los núcleos urbanos y sus infraestructuras, y mantienen en mayor medida usos activos. En segundo grado de viabilidad se ubicarían los edificios estructurados en micro-núcleos, que suelen contar con una casuística dispar. Por último, se localizarían los edificios aislados abandonados, que presentan una situación con mayores impedimentos a la hora de abordar su re-habitación.