Fragmentos selecionados (VO):
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El miedo al delito puede afectar a las personas de dos maneras: limitando sus actividades o haciendo que realicen conductas de protección. Esto puede generar que las personas reduzcan sus actividades en el espacio público, especialmente como peatones (Shahdadi, 2016)(Foster, Giles-Corti, 2012).
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Hay autores que consideran el miedo al delito como un estresor ambiental comparable al ruido, al tráfico o a la ruptura del tejido social (Lorenc et al., 2012), y por tanto como un reto urbano al que puede darse respuesta desde un acercamiento multidisciplinar, tal como se ha pretendido en este proyecto.
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La accesibilidad democrática al espacio público permite un desarrollo urbano sostenible. Uno de los elementos que más amenaza esta accesibilidad es la inseguridad (Shahdadi, 2016). De acuerdo con el Instituto Americano Nacional sobre el Crimen, el diseño y el buen uso del ambiente construido puede reducir el miedo al delito y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Del mismo modo, San Juan y Vozmediano señalan que “la aplicación de medidas que favorezcan la apropiación del espacio urbano hará incrementar la sensación de seguridad, además de que un entorno agradable estéticamente favorecerá la convivencia positiva, disminuirá las incivilidades e incrementará la sensación de seguridad” (San Juan & Vozmediano, 2009).
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Las buenas prácticas en el diseño de los espacios públicos urbanos y la gestión de la convivencia pueden repercutir de forma relevante en la seguridad percibida que, como ya hemos mencionado, afecta al uso del espacio público urbano, pudiendo condicionar también las decisiones de desplazamiento de la ciudadanía. Además, estas variables nos han servido para elaborar las unidades de análisis en ambos instrumentos.
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Es por ello que aunque la investigación se ubica en la CAPV, situada en un estado en el que a pesar de sus reducidas tasas de criminalidad, las índices de miedo al delito son de las más altas en los rankings europeos (Van Dijk, Manchin, Van Kesteren, Nevala, & Hideg., 2005; Vozmediano, San Juan, & Vergara, 2008), este proyecto pretende una continuidad en la que se contrasten los resultados de la fase I con otros países de distinta peligrosidad objetiva para la seguridad de la ciudadanía.