“Se opta por una organización en torno a un patio que, en este proyecto, consiste
en una consecución de espacios abiertos (o cerrados únicamente por necesidad, en el caso de la entrada-vestíbulo)
que recorren y organizan el edificio como si de una columna vertebral se tratara”
Proyecto
El proyecto surge con dos premisas urbanas: mantener y poner en valor el paseo en su trazado actual, relacionado con el borde de la Ría y el Abra; y crear un gran espacio público que sirva de “desahogo” a la llegada al sitio.
Una vez queda fijado el espacio que el edificio ocupa en el lugar, entra en juego el programa: un Centro compuesto por una escuela de jazz y experimental, dos auditorios, un centro de investigación musicológica y una bar-cafetería.
Se opta por una organización en torno a un patio que, en este proyecto, consiste en una consecución de espacios abiertos (o cerrados únicamente por necesidad, en el caso de la entrada-vestíbulo) que recorren y organizan el edificio como si de una columna vertebral se tratara.
A su alrededor, cinco volúmenes que siguen un mismo esquema material, constructivo y estructural: “pabellones” prácticamente diáfanos en una o dos alturas sustentados mediante una estructura de pórticos iguales de madera laminada.
El Centro de Investigación y la Escuela de Música se estructuran longitudinalmente a la “grieta” haciendo que sus dos fachadas más permeables se abran al patio y a la vegetación del entorno.
El auditorio experimental sigue el esquema de una caja dentro de caja con una de suss paredes transparente, abriéndose a las vistas del Abra.
El auditorio de jazz se organiza en tres niveles: el de acceso y el superior, en el que el espectador “abraza” el auditorio; y el inferior en el que unas gradas se hunden y descienden de camino al escenario.